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PRIORIDADES

Actualizado: 29 mar 2023


TEXTO: 1 Corintios 7:17-35 RV1960


17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.

18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide.

19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.

20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede.

21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más.

22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo.

23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.

24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.

25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.

26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está.

27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte.

28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.

29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen;

30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen;

31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa.

32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor;

33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer.

34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.

35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.

INTRODUCCION:


En el capítulo 7 Pablo claramente hace referencia a las consultas que le han hecho en otra carta anterior. v.1


1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis…


Recordemos a quién estaba dirigida esta carta, y el tiempo en el que fue escrita, porque es muy importante para entender lo que contesta Pablo.


Las costumbres de los corintios


Se dirige a los creyentes que vivían en Corinto, una de las ciudades más inmorales del mundo en esa época, por lo que tenemos que tener en cuenta las costumbres y forma de vida allí que tendían al libertinaje, por esa razón era mejor pasarse de estricto que de tolerante.


Tengamos en cuenta que la cultura de los griegos y su trasfondo era diferente al de los judíos, además las iglesias de ese momento, incluida la de Corinto, no tenían el bagaje histórico y el acopio de estudios e interpretaciones de doctrinas que tenemos nosotros en nuestros días, y los primeros cristianos debían aprender a vivir bajo la Ley de Cristo, y no bajo la Ley judía o sus propias normas locales, esto llevaba a que consultaran a los maestros doctrinales que eran los apóstoles, como en este caso, que lo hacen por carta, a Pablo.


Estas consultas que han quedado registradas por escrito, nos son de gran utilidad aún en nuestros días, para nuestro crecimiento espiritual.


La segunda venida de Cristo: “El Día del Señor”


Por otro lado, esta carta fue escrita con la firme convicción de Pablo de que la segunda venida de Cristo era inminente, y que sus consejos reflejados en las respuestas a las consultas que le habían realizado eran para un tiempo muy limitado, porque según él creía ese acontecimiento se produciría inmediatamente.


En una carta anterior de Pablo, dirigida a los tesalonicenses, y que seguramente los corintios ya habían leído, leemos esto:


1 Tesalonicenses 4:13-18


La venida del Señor


13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.

15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.


Pablo dice, “nosotros los que vivimos”, o sea que ni siquiera pensaba en la posibilidad de que podrían llegar a envejecer y morir antes de que el Señor vuelva.


No se distraigan


Esta esperanza la vemos claramente en los v.17-35, donde parece decirles que no se distraigan, que se queden como están, no hace falta que cambien su cultura, su empleo, sus trabajos, su status social, ni su estado civil, sino que se concentren en el servicio al Señor, y no pierdan el tiempo en otras cosas de este mundo, porque el tiempo es corto, refiriéndose a la pronta venida del Señor.


Dos temas principales


Teniendo en cuenta lo que comentamos, las costumbres de Corinto y la segunda venida, Pablo trata el tema de las costumbres religoso-culturales, y del status social v.18-24, y luego resalta dos grandes temas a lo largo de todo este capítulo:


Los solteros y los casados.


Los solteros


Según la forma de escribir de los judíos, Pablo va intercalando el tema en todo el capítulo, v.1 y 2, 8 y 9, 25, 36-38 y se refiere a los solteros (incluidos los viudos), a las vírgenes (las solteras) y a las viudas.


1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;

2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.

8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;

9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.

36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.

37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace.

38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor.


Debido al poco tiempo que quedaba, según lo que creía Pablo en ese momento, era mejor quedarse soltero y dedicarse a servir al Señor.


Pero también aclara, que no es malo casarse, al contrario, es mejor casarse que “estarse quemando” y caer en pecado, especialmente teniendo en cuenta las tentaciones que había en Corinto en el ámbito sexual.


Los casados


Por la contestación de Pablo nos damos cuenta que algunos pensaban que al tener que dedicarse las personas al servicio completo a Dios, debido a que Cristo vendría en cualquier momento cercano, los casados debían dejar de tener relaciones sexuales, pero Pablo deja claro que esto es incorrecto. v.3-7


3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.

4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.

5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.

6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento.

7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.


También vemos que se llegó a pensar que los creyentes tenían que separarse para dedicarse a servir a Dios, o que si uno de ellos no era creyente, el creyente tenía que dejar al no creyente. v.10-17


10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;

11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.

12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone.

13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone.

14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios.

16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.


Pablo explica que en ningún caso tiene que separarse el matrimonio, a no ser que el no creyente no quiera seguir casado. Se cree que ese fue el caso de el mismo Pablo, que al convertirse él, su mujer no quiso seguir casada, (aunque tampoco se sabe si en realidad era viudo). El no volvió a casarse como indica aquí, v.8, para dedicarse al servicio del Señor, porque creía que Jesucristo iba a regresar en un corto período de tiempo, y esto era lo que le gustaría para los demás.


En los v.39 y 40 Pablo parece estar contestando a una pregunta específica sobre una viuda que quiere volver a casarse, y Pablo contesta que puede hacerlo, siempre que sea con un creyente, aunque sería mejor que se quede tal como está por lo antes dicho.


39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor.

40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.


El esposo que viene a buscar a su esposa


El tema del Día del Señor y del matrimonio, tratado aquí nos hacen recordar:


- Las imágenes y el simbolismo del matrimonio, se aplican a Cristo y al cuerpo de creyentes conocido como la iglesia.


La iglesia está compuesta por todos aquellos que han confiado en Jesucristo como su salvador personal y que han recibido la vida eterna.


Cristo, el esposo, con mucho sacrificio y con amor, ha escogido a la iglesia para ser Su esposa (Efesios 5:25-27).


Tal como hubo un período de desposarse en tiempos bíblicos, durante el cual la novia y el novio estaban separados hasta la boda, así mismo la esposa de Cristo está separada de Su esposo durante la era de la iglesia.


La responsabilidad de la novia durante el período de esponsales, es ser fiel a Él (2 Corintios 11:2; Efesios 5:24).


En la segunda venida de Cristo, la iglesia estará unida con el esposo, y se llevarán a cabo las "bodas", y de esta manera se restaurará la eterna unión de Cristo y Su esposa (Apocalipsis 19:7-9; 21:1-2). Los creyentes en Cristo Jesús son la esposa de Cristo, y esperamos con gran anticipación el día cuando estaremos unidos con nuestro esposo. Hasta entonces, nos mantenemos fieles a Él y decimos con todos los redimidos del Señor: "¡Ven Señor Jesús!" (Apocalipsis 22:20).” -

--- Fuente: Got Questions Ministries---



CONCLUSION:


Pablo, debido a la inminente venida de Cristo, recomienda dejarlo todo para concentrarse en este acontecimiento.


No sabemos cuando vendrá el Señor, así como Pablo no lo sabía tampoco, Marcos 13:32, han pasado unos 2000 años y algunos ya han perdido la esperanza, pero en realidad el Señor pacientemente está esperando que todos puedan volverse a El. 2 Pedro 3:9 Pero debemos vivir cada día como si el Señor viniera a buscarnos en cualquier momento. Mateo 25:13


Aquí Pablo, aconseja no casarse, debido al corto tiempo, pero no debemos pensar que casarse es malo, sino todo lo contrario.


El matrimonio no es un simple acto de concesión para evitar la fornicación, como podría interpretarse a priori por lo que dice Pablo en este capítulo, sino que es un acto de unión que refleja la relación de amor de Cristo con la Iglesia.


La Iglesia somos nosotros, su esposa, estamos esperando el día de la boda para consumar nuestro matrimonio en una profunda e íntima relación de amor con El.


Para luego no separarnos jamás de nuestro esposo, y vivir por la eternidad con El.


¿Como creyente estás esperando ese gran día?


¿Cómo está tu vida?


¿Cuáles son tus prioridades?






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