Gozo
No hay gozo como el gozo de descubrir. “¡Acabo de descubrir este restaurante nuevo!”“¡Acabo de descubrir este programa de televisión nuevo!”“¡Acabo de descubrir esta banda nueva!”“¡Acabo de descubrir que tengo tiempo de vacaciones extra!”“¡Acabo de descubrir que tenía un pariente rico que me ha dejado millones de dólares de herencia!”
El gozo es posiblemente el motivador más profundo y común de todas las personas, en todos los tiempos. Hacemos de todo por alcanzar el gozo, por la felicidad. Cuando encuentras algo demasiado bueno, no puedes hacer otra cosa más que responder a ello. Es como si algo dentro de ti se despertara. Ese momento de descubrimiento, ese segundo espontáneo lleno de satisfacción por algo verdaderamente bueno, eso es el gozo.
Muy a menudo, nos perdemos la oportunidad de experimentar gozo por una razón: el miedo.
La historia de la Navidad es una historia acerca de algo verdaderamente bueno, y lo que sucede cuando creemos lo que Dios dice en su palabra, a pesar de nuestros temores: descubrimos el gozo, y ese gozo hace brotar adoración.
Lucas 2:8-20
“…Había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños.” (NVI)
Los pastores de ovejas fueron de los primeros en oír estas buenas noticias. Ellos no tenían nada especial. Estaban trabajando. El panorama era común. Estos detalles son muy importantes.
Dios llega a ti donde estás. No te pide que te vistas bien. No te da una dirección al otro lado del mundo para que lo encuentres. Él te encuentra a ti. Llega precisamente al lugar donde menos parece que podría llegar.
Y cuando Él llega, lo sabes.
Lucas 2:9
“Sucedió que un ángel del Señor se les apareció. La gloria del Señor los envolvió en su luz, y se llenaron de temor.” (NVI)
No hay duda cuando uno se encuentra en la presencia de Dios. Existe un sentimiento conocido: el miedo. La gloria de Dios y el temor del hombre están entrelazados.
Evadimos el miedo como si fuera una plaga, y con buena razón. ¿A quién le gusta tener miedo? Pero nuestro rechazo al miedo tiene una consecuencia no intencionada.
Desafío:¿Hay algo en tu vida que el miedo te esté impidiendo descubrir o disfrutar plenamente? ¿Qué pasaría si confiaras en que Dios puede encontrarte justo donde estás y transformar tu temor en gozo?
Créditos: YouVersion - Agradecimiento a Jon Guerra de Vertical Worship y Essential Worship
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